Osvaldo Iommi (70) Era uno de los cinco amigos que viajaban en el helicóptero que se encontraba en el río Paraná, a la altura de Ramallo, y que era conducido por Gustavo Degliantoni (70 años), el empresario que puso fin a la única víctima fatal. Mientras investigaba una descompensación, su acompañante contó los detalles de la tragedia.
Al recordar el accidente, dijo que en un momento se olvidó de su casa en un parador de la zona de El Embudo, en las islas frente a Rosario. Listos para venir, emprenderemos nuestro retorno a Ramallo. Durante este viaje, el helicóptero se hundió en el agua cerca de la desembocadura del arroyo Las Hermanas. A poco más de 300 metros, Degliantoni cuenta con un guardia náutico.
«Era un retraso como cualquier otro. Estamos celebrando porque vendimos a un amigo de Canadá. Ven hasta el final, y pasó lo que pasó. Fueron segundos. Nosotros alcanzamos a ensuciarnos, pero Gustavo quedó enganchado y no sabemos lo que hicimos», informó Iommi, en declaraciones reproducidas por Telefé Rosario.
El helicóptero, de color rojo, era un Robinson 55. Compartió los barrios de Rosario y otras localidades de la costa de Paraná, en dirección sur. A las 18.30 horas del domingo, en el metro costa de Ramallo, cuando sobrevolaba al nivel del agua, el artefacto cayó de trompa al río, se clavó y quedó destruido. La secuencia dramática fue filmada.
«No es nada, simplemente te esforzaste la cabeza para guardar el teléfono móvil y cuando el agua fluye en la parte delantera del helicóptero. Tenemos la vista y nuestros cientos», dijo Iommi en el momento del accidente.
En ese momento, detalla, se desabrocha el cinturón, agarra la puerta y saca el dispositivo. “Todavía no se cómo hice para filir”, registrado. Destacará la rápida actuación de un grupo de personas que trabajan con hidrojets y motos, que les ayudarán a recoger agua.
Cuando se le preguntó sobre el motivo del incidente, dijo: “Qué es ? Nariz. La Justice y los peritos determinarán que pasó, yo vi que nos hundimos y nada más».

El helicóptero vuela muy bajo. Sobre este punto, Iommi expresó: “Esta no es la razón por la que simplemente volé hacia abajo. Ahora, porque estamos volando y fallando, porque estamos mirando para ver el partido de River. Pero no hay motivación, tenemos un regreso a una isla donde los tenemos y saludamos a un amigo que está en recta y volamos y pasamos eso». Insistió: “Fueron décimas de segundos, fue todo muy rápido”.
Si bien definieron a los pilotos como un piloto «muy experimentado», quienes creyeron haber sufrido un problema cardiorrespiratorio durante el vuelo miraron con otra persona: «Estamos bien, estamos felices de pasar por varios lugares para salvar amigos. «.
En el vuelo en helicóptero también participaron Rubén Calderón (76), Rubén Ojeda (63) y Julio César Puchet (59), quienes sobrevivieron a sus levantamientos. «Los otros amigos que llegaron no se hicieron fuertes para salir, porque se estaban estableciendo sin el cinturón. Eran los segundos en la corriente y, cuando miraron, convivieron con los otros amigos que salieron. Y Gustavo murió, miserablemente.«, concluye.
Degliantoni era un reconocido empresario de la zona y ex conductor de Turismo Carretera. Tienen cuatro hijos, tres hombres, una mujer y dos hijos. Actualmente no está en pareja. Vivia tiene precio exclusivo en la vera del Arroyo “Las Hermanas”, en la localidad de Ramallo.
Fue un importante contratista y gerente de la petrolera Degab SA, ubicada en el parque Comirsa II, y dedicada a la «remoción, transporte, procesamiento y disposición final de residuos especiales». Según aparece en el sitio web de la empresa, se trata de una «empresa comprometida con la preservación de los recursos renovables, que ha desarrollado técnicas y tecnologías para el mejor tratamiento y valorización de residuos que contienen hidrocarburos, obteniendo la aprobación municipal de la fase combustible, con el menor generación de residuos derivados de su proceso». La empresa trabaja con 42 clientes en 14 provincias.

Además, en años anteriores Degliantoni había corrido en el Turismo Carretera, con un equipo que estaba alcanzando su objetivo económico. Lo hizo como yo compañero de Juan María Traverso y los hermanos Oscar y Antonio Aventín por Ford. Incluso le permitió ganar un auto a un Ford Falcon.
Contaba con dos helicópteros desde su propiedad y, según fuentes locales, forma parte de un grupo de empresarios que registran países y países que restringen estos aviones.