De chocolate sueco y el “Chocolate” argentino
Yo prefiero el chocolate sueco, sin duda, el de Suecia es mejor que el chocolate que el argentino, definitivamente. Seguramente usted estará de acuerdo conmigo después de que los comparemos.
En Suecia, la ex viceprimera ministra sueca cometió un escandaloso acto de corrupción, algo imperdonable, compró un chocolate para consumo personal con una tarjeta de crédito que la ciudadanía otorga a los altos cargos políticos suecos.
Al ser descubierta tuvo que renunciar a su cargo, devolver el importe y pedir disculpas a los ciudadanos por malgastar su dinero.
En cambio, en Argentina, un señor apodado “Chocolate” fue detenido infraganti mientras pasaba largo rato sacando plata de un cajero automático de 48 tarjetas de débito que decían “Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires”, faltaba la palabra “Honorable” delante de “Cámara…”, bueno, para la próxima.
Como de costumbre no hubo consecuencias para nadie, sólo silencio. Ambos casos fueron caratulados como “El caso chocolate”. Se los dije, nada mejor que el chocolate sueco.”
Horacio A. Tore / hoalto@gmail.com
Exige que “se alivien las arcas del Estado”
Si sólo se reunió un vez en lo que va del año, es evidente que muchos temas urgentes no son merecedores de su apertura.
Como, además, no es necesario esperar el resultado de la investigación que lleva a cabo la fiscalía para saber que estamos hablando de una cueva de ratas disfrazadas de legisladores que se llevan el dinero de todos los que ingenuamente aportamos con nuestros impuestos para que se den la gran vida (a costillas nuestras), aquella agrupación que lleve a debate esta propuesta, seguramente ganará algo más que unos porotos, de cara a las próximas elecciones.
Esto “no es motosierra”, se trata del más elemental sentido común ciudadano exigir que se alivien las arcas del Estado evitando ese gasto en el Presupuesto Anual de Gastos del Estado.
Otto Schmucler / oschmucler@gmail.com
Los “delegados eternos” y la clase trabajadora
No voy a descubrir nada si digo que la CGT es el brazo laboral del Peronismo. Otras corrientes sindicales de diferentes ideologías se asocian en la CTA.
Convengamos que la histórica central obrera de la calle Azopardo debería cambiar su sigla a PRL, es decir, Peronismo Rama Laboral.
Todavía quedan afuera o dentro forzosamente millones de trabajadores que no profesan lo que delegados eternos imponen a la clase trabajadora.
Guillermo L. Bravo / guillermoluisbravo@yahoo.com.ar
El Banco Central y la contratación de numerólogas
Los enormes problemas de logística que se presentaban durante la Segunda Guerra Mundial, llevó a que un grupo de matemáticos, ingenieros y técnicos dieran inicio a la investigación de operaciones.
Poco después la programación lineal surgió para hacer el mejor uso de recursos. Del área militar esos conocimientos pasaron a industrias, comercios e instituciones financieras desarrollándose nuevas herramientas para la toma de decisiones tal como la teoría de juegos y el uso de series de Libonacci para evaluar inversiones y culmina ahora con el uso de inteligencia artificial.
Me pregunto si la contratación de una numeróloga por parte de la gerente general del Banco de la Nación pretende volver a la esencia de esos complejos métodos de análisis, ya que los números forman parte de todos ellos.
¿O se trata simplemente de incapacidad para la utilización de herramientas más sofisticadas?
Rodolfo E. Szelest / rodolfo.szelest@gmail.com
La salud, los médicos y los pacientes
El deterioro de la atención en salud viene de lejos. Según recuerdo décadas de desidia y una creciente devaluación y precarización laboral en nuestro caso los galenos.
Deberíamos recordar que los médicos también en ocasiones somos pacientes y usuarios del mismo sistema.
No cabe duda que el ninguneo explícito o solapado para con el profesional del arte de curar trae aparejado el éxodo de cientos y miles de profesionales argentinos, que por la lógica buscan sitios y países donde su actividad sea reconocida con dignidad.
Este colofón perjudica a médicos y pacientes, pero los primeros no son los responsables. La causa se encuentra en un sistema que tiene enormes fallas de base, y una sociedad donde valores y prioridades se encuentran invertidos.
Para concluir, la letra del tango es profecía: “Aquí da lo mismo un burro que un gran profesor”.
Natalio Daitch / MÉDICO, CABA / nataliodsalud@hotmail.com