No ha pasado ni una semana desde el papá francois dijo que “ya haba mucho mariconeo (o mariconera)” para defender la posición de no admitir homosexuales en los seminarios, durante la reunión a puerta cerrada de la asamblea de la CEI. Pues bien, el pontificado pretendía generar una gran polémica entre los distintos medios italianos y las suposiciones del Papa machista.
Durante una reunión con los jóvenes sacerdotes, Francisco les había hecho para que ya pudieran dejarsen de lado los cotilleos y los chismes, que su “cosas de mujer”. “Nos ponemos los pantalones, tenemos que decidir nuestras cosas”, nos ha escuchado decir al Papa.
Todo esto viene inmediatamente después de cuatro de sus desafortunadas afirmaciones sobre los homosexuales debido a que el Vaticano emitió una comunicación confidencial. “Papá Francisco se enteró recientemente de los artículos publicados durante una conversación, en la Puerta Cerrada, con el obspos del Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y como afirmó en varias ocasiones: “¡En la Iglesia hay lugar para todos, para todos!” Nadie es hasta, nadie sobra, hay sitio para todos. Tal como somos, todos nosotros”, fija la nota.
Esta nueva polémica se reduce a otros que han interpretado a Francisco como la mujer china que de repente le agarra la mano y lo lleva hacia ella, cuando él huye hacia los campos en el Plaza de San Pedro en 2020. “Hemos perdido la paz, pero aún así. Pido perdón por el mal ejemplo”, revela desde Francisco.