Desde el inicio del segundo periodo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aproximadamente 2.000 ciudadanos colombianos han sido regresados a su nación, según lo anunció este miércoles la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Laura Sarabia, en una conferencia de prensa en Bogotá. Los retornos, ejecutados en 12 vuelos organizados conjuntamente por las autoridades de ambos países, comenzaron poco después de que Trump asumiera el cargo el 20 de enero pasado.
Sarabia especificó que la repatriación de colombianos indocumentados se ha efectuado a una tasa de dos vuelos semanales, un número que, en su opinión, continúa siendo comparable a los reportados durante la gestión del expresidente Joe Biden. La canciller destacó que, por ahora, no se anticipa un incremento en la regularidad de estas deportaciones, debido a los convenios entre Bogotá y Washington.
“El mandato del presidente Gustavo Petro es asegurar que nuestros compatriotas regresen con dignidad y en total respeto de sus derechos. Estamos dedicados a ofrecer apoyo integral a aquellos que vuelven al país”, declaró Sarabia, resaltando el compromiso del Gobierno colombiano con su población.
Crisis diplomáticas debido a las repatriaciones
Tensiones diplomáticas por las deportaciones
Las deportaciones de colombianos han sido un tema delicado para las relaciones entre Colombia y Estados Unidos en los últimos meses. A finales de enero, las tensiones entre ambos países aumentaron después de que el presidente Gustavo Petro denunciara que los ciudadanos colombianos estaban siendo trasladados en aviones militares de Estados Unidos y, en algunos casos, esposados durante el proceso. Petro calificó estas prácticas como una falta de respeto hacia los derechos de los deportados y se negó a aceptar más vuelos bajo esas condiciones.
Después de varios días de conversaciones, los gobiernos de Colombia y Estados Unidos consiguieron resolver el estancamiento. En la noche del 26 de enero, el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, informó que las discrepancias se habían solucionado y que los vuelos de deportación se reanudarían bajo condiciones que aseguraran el respecto a los derechos humanos de los migrantes.
Tras días de negociaciones, los gobiernos de Colombia y Estados Unidos lograron superar el impasse. La noche del 26 de enero, el entonces canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, anunció que las diferencias habían sido resueltas y que los vuelos de deportación se reanudarían bajo condiciones que garantizaran el respeto a los derechos humanos de los migrantes.
El presidente Gustavo Petro ha enfatizado repetidamente la relevancia de salvaguardar a los colombianos que retornan al país después de ser deportados. Con el fin de facilitar su readaptación, el gobierno ha implementado programas de apoyo económico y social, los cuales abarcan asistencia laboral y acceso a servicios de salud y educación.
Asimismo, Petro ha alentado a los colombianos indocumentados que viven en Estados Unidos a contemplar la posibilidad de volver a Colombia, afirmando que su gobierno está dedicado a brindarles oportunidades económicas y sociales. “Deseamos que nuestros compatriotas regresen con dignidad y hallen un país dispuesto a respaldarlos”, manifestó el presidente en una declaración reciente.
Además, Petro ha instado a los colombianos indocumentados que residen en Estados Unidos a considerar regresar a Colombia, asegurando que su administración está comprometida con ofrecerles oportunidades económicas y sociales. “Queremos que nuestros compatriotas regresen con dignidad y encuentren un país dispuesto a apoyarlos”, expresó el mandatario en una reciente declaración.
Las repatriaciones de colombianos son parte de las severas políticas migratorias llevadas a cabo por Donald Trump, quien en su segundo periodo ha intensificado las medidas para disminuir la inmigración irregular. Estas políticas contemplan un incremento en los controles fronterizos, la agilización de los procesos de deportación y la ampliación de acuerdos con países de origen para facilitar el regreso de migrantes.
Las deportaciones de colombianos forman parte de las estrictas políticas migratorias implementadas por Donald Trump, quien en su segundo mandato ha reforzado las medidas para reducir la inmigración irregular. Estas políticas incluyen un aumento en los controles fronterizos, la aceleración de procesos de deportación y la expansión de acuerdos con países de origen para facilitar el retorno de migrantes.
Aunque el ritmo de deportaciones se ha mantenido estable en comparación con la administración de Biden, las tensiones entre ambos gobiernos reflejan los desafíos que plantea la implementación de estas políticas. Para Colombia, el retorno de miles de ciudadanos representa no solo un reto logístico, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos con su diáspora y garantizar que quienes regresan lo hagan en condiciones dignas.
Con las relaciones entre Colombia y Estados Unidos en un equilibrio delicado, el manejo de las deportaciones seguirá siendo un tema crucial para ambos países en los próximos meses.